MV House

La primera referencia – a los elementos constructivos típicos de la zona – define la base del edificio, desarrollada según una planta en L, a la que se añade otra parte, y una superficie total de unos 920 m²: de hecho, por fuera, la parte que corresponde a la planta baja es en su totalidad de traquita, una roca típica del contexto que recubre con su color cálido las paredes con largas aberturas horizontales. Se trata con “lodos” (los residuos de corte de los bloques de piedra) pero de tamaños fuera de escala y su rugosidad contrasta con las otras partes del revestimiento, como los grandes ventanales, que también se han revestido con brise-soleil, partes de madera y placas XXL de Lapitec de color Nero Antracite y acabado Vesuvio, que por otro lado caracterizan algunas superficies verticales y el techo inclinado.

Situada en un gran parque de 5.000 m² caracterizado por los senderos y los volúmenes escultóricos de la construcción de la que una parte está prácticamente suspendida sobre una tina de agua con plantas aromáticas y peces, luego la casa tiene la entrada principal en el lado oeste, coincidiendo con la intersección de sus brazos. Aquí se abre un ambiente interno de dos alturas con la sala de estar, donde se han previsto insertos de Lapitec del mismo color y acabado que la fachada, la zona de comedor y la cocina asoman al jardín y amplios ventanales.

Luego una escalera conduce a una larga pasarela, configurada como un auténtico puente de vigas que termina en la zona de noche, con el dormitorio principal con acceso directo al techo verde creado encima del área dedicada al SPA, lo único que se ha añadido a la morfología en L del proyecto. Por último la zona de bienestar, con vistas a la piscina exterior, comprende una sauna, un baño turco, una bañera de hidromasaje y una ducha emocional, con cristaleras hasta el techo que permiten una experiencia biofílica de la arquitectura, en contacto directo y constante con el exterior, el componente verde, la naturaleza.